lunes, 30 de enero de 2012

La miseria de las cosas

"Una niña bonita

El posible retorno de tía Rosie a Reetveerdegem fue visto como un grato sobresalto en las vidas de los perfectos inútiles de nuestros hombres, de los que yo era uno en ciernes. El día rompía con su nombre - ¡Rosie!¡Rosie! -, que anunciaba esperanza. ¡Alguien volvía! ¡Alguien que había nacido aquí y había abandonado este lugar, regresaba! Y tía Rosie nada menos. Su retorno fue interpretado como una señal bíblica, una prueba de que Reetveerdegem no estaba tan mal ni nosotros éramos tan insignificantes como estaba científicamente demostrado. Es cierto que mi tía Rosie era una mujer de rara hermosura y que daba mucho prestigio haberse acostado con ella. En la flor de su belleza, mi abuelo se dejaba invitar de buena gana por jóvenes intrépidos que se ganaban sus simpatías empinando el codo (no tenía ni pizca de respeto por los hombres que no sabían beber), y lo retaban a duelos alcohólicos en los que estaba en juego el título de yerno ideal. Por entonces el cáncer ya se había extendido por su cuerpo rectilíneo, tenía que interrumpir sus fenomenales sesiones de bebida cada vez más a menudo para ir a escupir sangre al váter, y al final, no pudo asistir a la boda de sus admiradísima hija. Cinco metros, parece que esa es la profundidad a la que, también a los borrachos, se nos sepulta en la piadosa tierra. Antes de consumirse en un asilo, mi abuela consideró su deber de viuda sacar lustre todas las semanas a la lápida de mármol negro de su difunto marido. Después del funeral de su padre, Nuestro Sumo Bebedor, tía Rosie se entregó a un hombre sin historia y se instaló con él en la lejana capital para profundo desconsuelo de nuestros jóvenes, que a partir de entonces tuvieron que hacer desgraciadas a mujeres más feas. En nuestro pueblo todo lo bello estaba conenado a irse o a marchitarse."

- La miseria de las cosas, Dimitri Verhulst




Ya está en librerías "La miseria de las cosas", segunda novela publicada en castellano de Dimitri Verhulst, quien ya nos encandiló con "Hotel Problemski".
Verhulst noveliza su infancia. Una infancia que contempla sin rencor, con humor, y con una gran sensibilidad. El joven Dimitri y su padre se ven obligados a mudarse a casa de su abuela con sus tres tíos. Imprevisibles, alcohólicos, violentos, los Verhulst viven su marginalidad con el orgullo de los que no echan en falta nada de lo que la sociedad les niega. Solo la visita de una asistente social para ver las condiciones en las que vive el chico puede cambiar la realidad de estos inadaptados: incluso su padre está dispuesto a recibir ayuda para dejar de beber...A través de situaciones tan cómicas como brutales (concursos de borrachos, la adoración desmedida a Roy Orbison, carreras nudistas en bicicleta), Dimitri Verhulst compone un vívido retrato de los inadaptados y de nuestra capacidad para enjacar la infancia en el presente.


"A las tres semanas tío Herman volvió a casa con cinta adhesiva en la cara y atufando a hospital. Lo mantenían de una pieza con una impresionante cantidad de puntos y le había pedido a todas las enfermeras que le firmasen la escayola que llevaba en la pierna izquierda. Enfermeras guapísimas, según él, y les había prometido un ramo de flores a todas y cada una de ellas por haberse pasado tres días pegadas a su cama susurrándole bonitas palabras al oído, algo que al parecer hacían con todos los enfermos en coma. Solo así recuperaban las ganas de vivir. Y fíjense si no en nuestro Herman, que se despertó del coma y fue recibido como un héroe. Porque se había convertido en el campeón mundial, por supuesto. Después de superar por tres litros y ochenta centilitros el anterior récord mundial de beber cerveza, se metió en su coche resueltamente, a pesar de que apenas se tenía de pie. El pub en pleno vio estupefacto cómo tío Herman lograba abrir la portezuela del vehículo y, milagrosamente, acertaba a meter la llave en el contacto. Cuando arrancó el motor y salió a la calle más o menos en línea recta, se convencieron de estar ante unos de los bebedores más notables de todos los tiempos, alguien que no había conquistado el récord mundial por casualidad. A los pocos minutos, tío Herman ya estaba en la autopista, en dirección contraria, aunque por pocos segundos. El choque debió ser brutal.
A pesar de la cantidad inhumana de alcohol en la sangre y a pesar de la grave infracción de tráfico, lo que juntos bastaban para retirarle el carné de conducir de por vida, su acompañante de seguros lo indemnizó completamente por el accidente y le pagaron hasta el último céntimo de los gastos de hospitalización y la factura del taller de reparación. Se empotró de frente, típico del tío Herman, contra un coche robado y, un mes más tarde, le concedieron encima una medalla en el ayuntamiento por haber ayudado a desarticular una banda de delincuentes que llevaban meses buscando sin éxito. Él, por su parte, salió despedido por el cristal delantero al ritmo de la música de Roy Orbison, que había estado sonando a todo trapo durante su carrera suicida, y decidió que haría un hijo y le pondría Roy para dar gracias por el milagro de la vida."


Un dato curioso lo podéis ver nada más abrir el libro: Verhulst abre con una cita de Pierre Michon y otra de... ¡Francisco Umbral!


La primera palabra del libro es "Posible"*, la última, "presentes". Entre medias tenéis 206 páginas llenas de humor, situaciones extravagantes pero verdaderas, y personajes entrañables.

*Precedida del artículo "El".

Segunda edición de "Cleptopía"


Ha volado de las estanterías y de nuestas manos. Hemos hecho una mesa redonda y ha habido llenazo un viernes. El autor ha sido entrevistado en Público y en Rolling Stone. Le dedican una página en El Cultural. En Twitter nos llega día sí día también alguna mención del libro.

"Cleptopía" se está convirtiendo en un fenómeno. Un conciso y mordaz análisis de la crisis financiera que explica sin rodeos cómo, quién, cuándo, y por qué está pasando todo esto.

Y la segunda edición ya está en la calle.

lunes, 16 de enero de 2012

Presentación de "Cleptopía" en La Central

A pesar de que no confiamos mucho en las presentaciones en viernes, esta vez os habéis portado. Llenazo en La Central. Se agotaron los ejemplares de "Cleptopía", y el público quedó encantado con la charla de Pablo Bustinduy, Isaac Rosa, y Ernesto Castro.

El público, discretamente colocado al fondo de la librería.
"Cleptopía" en un bonito expositor. Cartel explicativo con chinchetas estropeando la madera.
Periodistas tomando nota...
Isaac Rosa (izqda.) meditando, y Jorge Lago (dcha.) leyendo.



Los cuatro ponentes y las botellas de agua...

miércoles, 11 de enero de 2012

Madrid, día 13 a las 19:00. Presentación de "Cleptopía"

Dentro de tres días, es decir, el viernes 13, tendrá lugar un evento importante... No. No es la maratón de "Viernes 13". Si decidiésesis hacer eso, ocuparíais algo más de 24 horas de vuestras vidas. Lo que os proponemos, sin embargo, es el plan perfecto (ni demasiado corto ni demasiado largo) para el viernes por la tarde. Al menos si vivís en Madrid.

Jason Voorhees, esperamos que vengas a la presentación. Por la cuenta que te trae.

Y es que con "Cleptopía" estamos tan contentos que vamos a hacer una presentación. En parte por esto de que estamos muy contentos. En parte también porque Pablo Bustinduy (traductor y prologuista de la edición española) está en Madrid en una visita relámpago, antes de volver a Nueva York a dar clases. Entre todo esto y que "Cleptopía" ha estado en el puesto número 2 de Amazon, estamos felicísimos.

Por todo esto esperamos contar con vuestra presencia el día 13 a las 19:30 -aunque os advertimos que esta vez toca ser puntuales- en la librería La Central.

Y a continuación, la alineación estrella de la tarde del viernes...

No tenemos foto de Pablo Bustinduy. Os dejamos la de Matt Taibbi. Nos gusta hacer este tipo de agravios comparativos en el blog. Somos así de graciosos.


Jorge Lago, editor de ensayo de LdT, ejercerá de moderador. Que para eso le tenemos en la casa. Alguien tiene que templar gaitas.

Ernesto Castro, en esta foto de Madriz, parece mucho más joven de lo que es en realidad.


Isaac Rosa, hemos elegido esta foto tuya porque sales en blanco y negro.

Mientras llega el viernes (¡quedan dos días!) podéis seguir soñando con el fin de semana (como nosotros) , y también podéis leer esta entrevista a Matt Taibbi en Público (de la mano de Kiko Amat ni más ni menos), y leyéndoos este capítulo de regalo que os hemos subido al Megaupload.

¡Hasta el viernes!