viernes, 11 de noviembre de 2011

MIGUEL ESPIGADO HABLA DE LA GIRA DE PRESENTACIONES DE "EL CIELO DE PEKÍN"





El ritual

Hubo un tiempo (adolescente) en que despreciaba cualquier clase de ceremonia pública. Bodas, funerales, graduaciones, aniversarios… todo me parecía parte de la necesidad adulta de complicar el mundo. ¿Qué sentido tenían aquellas exhibiciones, llenas de protocolos adquiridos, que en nada reflejaban la personalidad de sus protagonistas? Luego, con el tiempo, dejé (casi) atrás la adolescencia, y fui cogiéndole el gusto a las ceremonias. Comprendí que, a veces, vivimos procesos tan abstractos que resulta necesaria una escenificación para asimilarlos. Hasta los moradores de las cavernas, pienso ahora, contaban con sus rituales para significarse ante la tribu. Así que cuando me reuní con Fernando Varela en la sede de Lengua de Trapo, le dije: "me gustaría hacer muchas presentaciones". "Bueno, Miguel", me dijo Fernando, "haremos las presentaciones que tú quieras, aunque no tienen demasiada relevancia, pero ahí estaremos". “Además”, le dije, “estoy preparando un spoken word con guitarras que sampleo en directo, sintes, bases rítmicas…”.

Cualquier habitual del mundillo literario cuenta con alguna tormentosa experiencia ante un escritor al que le dio por ponerse lírico sobre un escenario. Ahora comprendo la tensa expectación de Jorge Lago, editor de LdT, antes del comienzo de la primera presentación, en La Fugitiva, Madrid; la misma con la que mis familiares y amigos observaban aquel lío de cables, pies de micro, atriles, pedaleras que me rodeaban. Muy probablemente, todos tenían la misma pregunta rondando sus cabezas. ¿Va coger la guitarra Espigado y a cavar con ella su propia tumba ante todos nosotros?

Por suerte, tanto en Madrid, como luego en Santander, Pamplona, Barcelona y Salamanca, a la gente le encantó. Gracias a Jorge Lago, a Alberto Santamaría, a Roberto Valencia, a Antonio J. Rodríguez, y Francisca Noguerol; gracias a la gente de la Fugitiva, de la Librería Gil, de Auzolan, de Cometa Cinc y del café Alcaraván; gracias a blogueros, periodistas, escritores, editores, lectores y demás asistentes, la puesta de largo de “El cielo de Pekín” se ha celebrado con éxito; ahora que la tribu le ha dado su bendición, es hora de que la novela salga ahí fuera, y luche sus propias batallas.





Por Miguel Espigado. Noviembre 2011.



Jorge Lago presentando a Miguel en La Fugitiva (Madrid).

Espigado, en pleno spoken word.


Con Alberto Santamaría en Santander.

En Salamanca, la tierra que le vio nacer.

Y de regalo, el video-arte que han hecho los de la Librería La Fugitiva.


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